Cuenta Pla que se encuentra con Julio Camba, el periodista, a los pocos días de declararse la República y este le dice que aspira a una embajada, que reúne lo necesario. Pocas jornadas después vuelve a verle y le pregunta por la embajada. Camba responde que no hay nada de eso, que se las dan a los intelectuales. "¿Y no eres tú intelectual?" replica Pla. "No, resulta que yo soy simplemente un humorista".
Más allá de la anécdota se ve que la república lo era de intelectuales frente a la dictadura de Primo que lo había sido de aristócratas y militares. Esto me trae a la mente aquel extraño suceso de Millán Astray y Unamuno. Teniendo en cuenta esto no resulta tan extemporáneo aquel grito de "Muera la inteligencia" sino muy contextualizado.
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