domingo

EL DESCRÉDITO. Viajes narrativos en torno a Louis-Ferdinad Céline




Miguel Sánchez Ostiz, Mario Crespo, Celia Novis, Barrueco, Óscar Esquivias, Bruno Marcos, Pepe Pereza, Isabel García Mellado, Alex Portero, Vanity Dust, Juanjo Ramírez, Patxi Irurzun, Juan Carlos Vicente, Velpister, Esteban Gutiérrez Gómez, Pablo Cerezal, Javier Esteban, Choche, Carlos Salcedo, Joaquín Piqueras, Adriana Bañares, Gsus Bonilla, Alfonso Xen Rabanal, Daniel Ruiz García, Enrique Vila Matas, Julio César Álvarez, Vicente Muñoz Álvarez

Una de las secuencias más cómicas y que más desapercibida pasa en la película El Gran Dictador es aquella en la que Chaplin, emulando los discursos de Hitler, dicta una carta a su secretaria. Cuando Hinkel habla mucho, grita y gesticula, la secretaria anota tres o cuatro palabras solamente que se deducen del breve ruido de la máquina de escribir, pero cuando el gran dictador murmulla una o dos cosas la secretaria escribe muchísimo. Al genio de Chaplin no se le escapaba la teatralidad que tenían los fascismos, con esa simple sátira nos habla del énfasis que vendría en aquellos tiempos a ocupar el sitio de la nietzscheana voluntad. Cuando Hitler o Mussolini agitaban a las masas con sus discursos apenas decían nada, todo era arrebol, afectación, prosopopeya, exageración y amplificación, un poco como en el cine mudo, que carente de palabras había de implementar los gestos.

Comprar en Editorial Lupercalia .

No hay comentarios:

Publicar un comentario