miércoles

...que el tiempo se vuelve denso y cae a veces de repente todo. Llamo a uno para hacer una obra en casa, abro la puerta y es un amigo de la infancia. Como si nada hablamos del barrio y se han ido nada más y nada menos que treinta años. Sólo tengo recuerdos difusos de calor y libertad. Me habla de uno que cruza sólo por mi mente corriendo y no consigo verle la cara, sólo su pelo, que era liso y largo y castaño. Se conmueve al contarme que murió. Le pregunto a qué edad. A los 24. De sobredosis. Y lleva ya casi otros 20 muerto. Y añade que otros se han puesto enfermos y por un instante asoma el miedo a su  cara como para avisarme a mí de que la vida nos cierra el cerco y que a aquellos se nos pasa el tiempo sin saberlo.
Por la tarde voy de profesor a donde fui alumno y está todo deshecho. Todo hecho otra vez. Todo pequeño y descolorido. En estos veinte años todo ha desaparecido, a todos los profesores que lo fueron míos se les fue el tiempo y habrán entrado en el espacio de la jubilación, la enfermedad o la muerte.
Y el caso es que si no hubiera abierto esta mañana la puerta, si no hubiese recorrido esta tarde aquellas aulas me sentiría ahora normal y aún joven.

1 comentario:

  1. uno que estudió contigo11.9.13

    de pequeño tenías muchos pájaros en la cabeza

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